Los arándanos contienen una gran cantidad de nutrientes esenciales para la salud.
Es un fruto silvestre con un color oscuro, rico en vitamina A, B2, B3, C, K y minerales como el hierro y magnesio, flavonoides y taninos.
Este fruto tiene acción antiinflamatoria y antioxidante; también posee acción antibacteriana, facilitando el sistema digestivo y evitando problemas gastrointestinales, que protegen nuestro organismo de radicales libres, combatiendo la cistitis y otras infecciones del aparato urinario.
Contribuyen al correcto funcionamiento de los músculos, cuidan y protegen nuestra vista, evitando los glaucomas, las cataratas, la conjuntivitis o astigmatismo; nos ayudan a eliminar las piedras del riñón y ayudan a evitar problemas de próstata, mejorando las inflamaciones intestinales, fortalecen los capilares sanguíneos y evitan la arterioesclerosis, las varices, hemorroides y flebitis. Mantienen nuestra piel saludable sin acné o el eccema, mejorando la curación de heridas.
Retrasan la aparición de enfermedades degenerativas como el Alzheimer o el deterioro de la memoria. Facilitan la pérdida de peso, por lo que están indicados en casos de obesidad y sobrepeso.
Propiedades de los arándanos
Puedes preparar salsas que acompañen al pollo, al salmón o a cualquier otro alimento.
Puedes añadirlos a los desayunos y a las meriendas, o bien, tomarlos deshidratados entre horas.
También puedes incorporar en tu dieta un delicioso zumo de arándanos y frutas del bosque.
Como ves, hay muchas combinaciones perfectas para introducir en nuestra dieta este maravilloso fruto.