Si eres un corredor de maratones, media u otras modalidades, sabrás que la importancia reside en la recuperación de tu musculatura.
Es muy importante, que después de la sesión, dediques un rato a la recuperación posterior, ya que es una de las cosas que normalmente pasan por alto.
Debes tener en cuenta que la recuperación muscular que se produce en nuestro cuerpo, después del running, se puede dividir en las siguientes fases y éstas son imprescindibles, para obtener los mejores beneficios en nuestras sesiones de entrenamiento.
- Después de llegar al final de la carrera, completamente cansados y exhaustos, poco a poco el ritmo cardíaco empieza a bajar y el tono muscular se recupera lentamente.
Es importante, que sigas caminando, ya que un error muy habitual, es que te tumbes o te sientes; además debes comer y beber, para recuperarte rápidamente; ya que, en función de la distancia de la prueba y las condiciones climáticas, harán que se produzca una mayor deshidratación y podrías sufrir un desmayo.
Tienes que saber, que durante los 45 minutos posteriores a la carrera, es el momento en el que mejor asimilamos los alimentos y las bebidas, por lo que es el momento perfecto, para comer e hidratar tu cuerpo.
- Para recuperarte fácilmente, debes ingerir alimentos ricos en hidratos de carbono, como: frutos secos o frutas; además de hidratarte, bebiendo agua.
- Hidrátate correctamente con agua o bebidas isotónicas, que ayudarán a recuperarte gracias a los azúcares y las sales minerales.
Siempre, después de la carrera, debe estirar debidamente los músculos, para ayudar a que se relajen y vuelvan a su estado de reposo.
- Cuando llegues a casa, una vez estés relajado, cuando descanses sentado, debes colocar los pies sobre una silla, de manera que queden más elevados. Pasadas unas 2 o 3 horas, de la carrera, debes volver a comer: pasta; o bien, pechuga, ya que te aportarán hidratos de carbono complejos y proteínas.
Al día siguiente, debes comer verduras u hortalizas, además de beber abundante agua, ya que te ayudará a recuperarte y evitar la deshidratación. Esto lo mantendremos durante los días posteriores, hasta que poco a poco, vayamos volviendo a los entrenamientos y vayamos aumentando la intensidad.
También, deberías entrenar a un ritmo suave, haciendo bici, piscina, running, musculación, siempre y cuando no aumentes la intensidad, para evitar la aparición de agujetas o posibles lesiones.
Una de las cosas que debes tener más en cuenta y que normalmente no se da la importancia que tiene, son los estiramientos, después de la actividad, ya que evitarán la aparición de lesiones o contracturas.
En una semana o semana y media, debes a haber recuperado. No obstante, si sigues notando algún tipo de molestia, te aconsejamos que pares los entrenamientos y visites un fisioterapueta, dependiendo de las molestias que sientas.