¿Te gustaría comer más sano y disfrutar más de tus comidas? Practicar la Alimentación consciente y mindfulness puede aportarte diversos beneficios.
La alimentación consciente es una técnica arraigada en la atención plena, una práctica que se centra en estar plenamente presente y consciente en el momento actual.
Ayuda a las personas a ver el modo en que la comida transforma su entorno interno y externo, y contribuye a mejorar la digestión, reducir el estrés y fomentar un estilo de vida más saludable.
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Los fundamentos de la alimentación consciente
La alimentación consciente consiste en prestar atención al acto de comer y a los sentidos que presenta.
Esto incluye observar el sabor, la textura, el color, el olor y el sonido de los distintos alimentos, y reconocer las sensaciones dentro del cuerpo mientras comes.
Además, implica reconocer tus sentimientos, pensamientos y emociones que puedan surgir durante el acto de comer.
Esta técnica anima a la persona a consumir alimentos lenta y conscientemente para comprender mejor su apetito y desarrollar una mayor conciencia de las señales físicas de hambre y saciedad que envía su cuerpo.
Al comer de este modo, las personas pueden evitar comer en exceso, ya que estarán más en sintonía con su cuerpo y, por tanto, menos impulsadas por factores externos.
Comida consciente y mindfulness
La Alimentación consciente y Mindfulness es la práctica de llevar la atención al momento presente sin juzgar. Esta técnica puede utilizarse para cultivar la conciencia que puede aprovecharse al practicar la alimentación consciente.
Al incorporar la atención plena al acto de comer, las personas pueden centrar su atención en las sensaciones y experiencias del momento presente, como el acto de masticar, la comida en la boca y los sonidos que les rodean.
Esto puede ayudar a aumentar la conciencia y la presencia mental del individuo durante el acto de comer, reduciendo la probabilidad de comer en exceso sin pensar.
Beneficios
Practicar la alimentación consciente y la atención plena tiene muchos beneficios. En primer lugar, estas prácticas pueden ayudar a mejorar la digestión al promover una alimentación más lenta y consciente.
Tomarse tiempo para participar en el proceso alimentario anima al organismo a digerir correctamente los alimentos, lo que mejora la absorción de nutrientes y reduce la hinchazón.
Además, la mayor conciencia de la comida y del cuerpo puede ayudar a disfrutar más de la experiencia de comer.
La alimentación consciente también puede ayudar a reducir el estrés, ya que obliga al individuo a ir más despacio y a tomarse el tiempo necesario para apreciar la experiencia de comer.
Además, se ha demostrado que el mindfulness ayuda a mejorar la salud mental, ya que puede contribuir a reducir la ansiedad y la depresión.
Por último, pero no por ello menos importante, practicar el mindful eating y el mindfulness puede ayudar a las personas a desarrollar un mejor sentido de la autorregulación.
Al aumentar la conciencia de las señales de hambre y saciedad del cuerpo, las personas pueden comprender y controlar mejor sus patrones alimentarios, lo que conduce a una ingesta más sana de alimentos.
¿Cómo empezar?
Como cualquier otra práctica, la alimentación consciente y la atención plena requieren un compromiso y una práctica regulares.
Se puede empezar poco a poco, dedicando sólo 10 minutos antes de comer a practicar la respiración consciente, en la que la persona respira profundamente e intenta centrarse únicamente en el acto de respirar.
A lo largo de la comida, es importante comer despacio y sintonizar con las distintas sensaciones presentes.
Concentrarse en la respiración puede ayudar a evitar que la mente divague y a experimentar plenamente el entorno presente.
A medida que la persona se sienta más cómoda con la práctica de la alimentación consciente y la atención plena, puede empezar a dedicarle más tiempo, si lo desea.
Una herramienta global para la salud y el bienestar
La Alimentación consciente y Mindfulness pueden ser una herramienta inestimable para desarrollar tanto una relación sana con la comida como para mejorar la salud y el bienestar generales.
Practicando la alimentación consciente y la atención plena, las personas pueden cultivar una mayor conciencia tanto de sus patrones alimentarios como del momento presente.
Integrar estas prácticas puede ayudar a las personas a tomar decisiones más informadas en torno a la alimentación y a reducir los niveles de estrés, lo que conduce a un estilo de vida más sano y feliz.