¿Deseas cultivar tus propias verduras y hierbas frescas, pero no dispones de espacio al aire libre para hacerlo? No busques más allá de cultivar tu propio jardín en casa.
No sólo puedes cultivar tu propia comida, sino que es una forma rentable de obtener los ingredientes más frescos para tus comidas.
Tanto si vives en un apartamento pequeño como en una casa grande, la jardinería en interiores es una opción para todos. Sigue leyendo para aprender a cultivar tus propias hierbas y verduras en el interior de casa.
Iniciando tu jardín interior
El primer paso para iniciar tu jardín interior es decidir qué quieres cultivar y qué suministros necesitarás.
Elegir las plantas adecuadas para tu espacio es crucial, ya que algunas hierbas y hortalizas requieren más mantenimiento y luz solar que otras.
Una vez que hayas decidido qué quieres cultivar, deberás comprar algunos suministros básicos de jardinería, incluidas macetas, tierra para macetas, una luz de cultivo y abonos orgánicos.
Elegir los recipientes adecuados
Los recipientes para jardines interiores existen en muchas formas, tamaños y materiales.
Al buscar el recipiente adecuado para tu jardín interior, debes tener en cuenta cuánto espacio tienes, así como las necesidades de riego y drenaje de tus plantas.
Algunas opciones populares para cultivar en macetas son las macetas de barro, los recipientes autorriego y las macetas de tela.
Asegúrate de que los recipientes que elijas tengan el tamaño adecuado para las plantas que vayas a cultivar, así como para el espacio del que dispongas.
Prepara el sustrato
Una vez que hayas decidido los recipientes de cultivo y las plantas, tu siguiente paso será preparar el sustrato.
Debes utilizar una mezcla ligera y esponjosa, que drenaje bien. Para crear la mezcla de sustrato ideal para tu jardín interior, combina una buena mezcla de tierra para macetas con perlita y vermiculita.
Esto ayudará a proporcionar el equilibrio perfecto de humedad y aire para que tus plantas prosperen.
Proporcionar luz adecuada
La cantidad de luz que necesitan tus plantas dependerá del tipo de hierbas y hortalizas que vayas a cultivar.
La mayoría de las plantas necesitarán seis u ocho horas diarias de luz brillante e indirecta.
Para aquellas sin mucha luz natural, puedes utilizar una luz de cultivo para proporcionar a tus plantas la cantidad de luz necesaria.
Asegúrate de que la luz de cultivo esté colocada a menos de 15 cm de tus plantas, para obtener los mejores resultados.
Regar y abonar tus plantas
Una vez que tus plantas estén en sus macetas, deberás establecer un calendario de riego.
Debes asegurarte de que el sustrato se mantenga constantemente húmedo, sin encharcarse. Para comprobar si tus plantas necesitan agua, introduce el dedo en la tierra.
Si notas sequedad hasta la primera articulación de los dedos, es que ya es hora de regar. También es importante vigilar que las plantas no se sequen demasiado o se mojen demasiado.
Además de regarlas, tendrás que abonar las plantas para mantenerlas sanas. Puedes utilizar abonos orgánicos líquidos para dar a tus plantas los nutrientes que necesitan para crecer.
Asegúrate de seguir las instrucciones de la etiqueta para no abonar demasiado tus plantas.
Cómo cuidar tu jardín interior
Una vez creado tu jardín interior, deberás asegurarte de que tus plantas tienen las condiciones de crecimiento adecuadas para mantenerse sanas.
Asegúrate de quitar las hojas muertas o amarillas, para evitar enfermedades. Y vigila los niveles de temperatura y humedad, ya que tus plantas necesitarán mantenerlos a los niveles adecuados para crecer y prosperar.
¡Ponte en marcha
Ahora que ya sabes cómo iniciar y cuidar un jardín interior, ¡es hora de ponerte en marcha!
Cultivar hierbas y verduras frescas en casa puede ser gratificante y divertido.
Además, podrás disfrutar de los ingredientes más frescos para tus comidas, sabiendo exactamente qué ha ido a su cultivo. Así que coge tus utensilios y ¡anímate a iniciar tu nueva aventura de jardinería interior!