Esta receta de coulant de chocolate negro, es perfecta para todos los amantes del chocolate, pues son una delicia.
A continuación, te vamos a mostrar, cómo conseguir un bizcocho cremoso y suave con un corazón de chocolate negro fundido, que te encantará.
¿Vas a resistirte a probarlo?
Galletas de mantequilla y arándanos, galletas con nata y chocolate, Cheesecake de chocolate.
Ingredientes para el coulant (6 coulants)
Para preparar los coulants, usaremos flaneras de 5×8 cm
- 200 gr de chocolate negro 55% de cacao
- 200 gr de mantequilla
- 100 gr de azúcar
- 4 huevos
- 90 gr de harina
- Una pizca de sal
- Azúcar glas para decorar (opcional; o bien, helado…etc)
- Mantequilla y cacao en polvo para espolvorear los moldes
Preparación del coulant de chocolate negro
Engrasaremos ligeramente los moldes con un poco de mantequilla blanda y espolvorearemos un poco de cacao puro en polvo, o si no, también podéis espolvorear un poco de harina.
Derretiremos el chocolate, junto a la mantequilla, al baño María e iremos removiendo, para que quede una mezcla homogénea.
Batiremos los huevos junto con el azúcar, hasta que consigamos un líquido claro y espumoso.
Añadiremos el chocolate a los huevos y batiremos hasta que se vayan mezclando todos los ingredientes.
Tamizaremos la harina para que no tenga grumos y la agregaremos a la masa, iremos batiendo hasta que se vaya integrando todo por completo. En este momento, añadiremos una pizca de sal.
Rellenaremos los moldes con la masa, hasta 3/4 partes de su capacidad.
Taparemos con film plástico y meteremos en la nevera, alrededor de 4 a 24 horas. Aunque, también se pueden congelar directamente.
Pasadas estas horas, precalentaremos el horno a 180 ºC con calor arriba y abajo.
Hornearemos con la bandeja en el centro del horno, unos 11 a 13 minutos aproximadamente, dependiendo de lo líquido que queráis que quede el interior de los coulants y dependiendo de vuestro horno.
Dejaremos enfriar un par de minutos fuera del horno, y desmoldaremos los coulants, con mucho cuidado, y los iremos volcando poco a poco, sobre un plato o bandeja.
¡Ahora solo queda disfrutarlos!