La carne de conejo es una carne con un gran sabor, muy fácil de cocinar y con la que podremos preparar muchas recetas, ya que podemos cocinarlo al horno, guisado, rustido, estofado, a la parrilla.
Como os mostraremos al final de nuestro post, la carne de conejo no contiene apenas grasas, por lo que es muy saludable.
Cocinado de la manera que más os guste, es una opción perfecta para combinarlo con guarniciones como patatas fritas o cocidas, verduras o arroz.
Es importante que, en nuestra alimentación diaria incluyamos todo tipo de alimentos, en este caso la carne de conejo, podemos prepararla de distintas formas.
Ingredientes:
- 1 conejo cortado en octavos
- 16 castañas
- Manteca de cerdo ibérica
- ½ cebolla
- 1 diente ajo
- 1 pimiento verde
- 200g de tomate triturado al natural
- 1 copa de brandy
- 200ml de caldo
- Sal
- Pimienta negra
Preparación
Lo primero que haremos, será pelar las castañas y para ello, pondremos una cacerola en el fuego con agua.
Cuando el agua esté bien caliente, añadiremos las castañas, aunque previamente les habremos hecho un corte longitudinal por en medio de la cáscara.
Cubriremos la cacerola con la tapa y la dejaremos unos 10 minutos más o menos. (El tiempo de escaldar, dependerá del tamaño de las castañas).
Posteriormente, las acabaremos de cocer en el guiso.
Trascurrido este tiempo retiraremos, las pelaremos y las reservaremos.
Ahora, pasaremos a preparar el conejo, salpimentándolo y lo reservaremos
A continuación, pelaremos y rallaremos la cebolla y también la reservaremos.
Lavaremos y picaremos el pimiento en trocitos muy pequeños, desechando el tallo y las semillas y lo reservaremos.
Pondremos una cazuela al fuego con una cucharada sopera generosa de manteca de cerdo. Cuando esté desecha la manteca, añadiremos el conejo y lo dejaremos dorar por todos los lados.
Cuando esté dorado, lo restiraremos y lo reservaremos.
En la misma cazuela, agregaremos el pimiento y dejaremos que se vaya pochando.
A continuación, incorporaremos la cebolla y removeremos bien.
Agregaremos el tomate triturado, junto con la sal al gusto y dejaremos que se termine de hacer el sofrito.
Añadiremos el conejo que teníamos reservado junto con la copa de brandy y dejaremos que se vaya evaporando el alcohol.
Incorporaremos el caldo y dejaremos cocer a fuego lento.
Cuando falten aproximadamente 15 minutos, para que esté el conejo en su punto añadiremos las castañas.
Probaremos el sabor y rectificaremos el punto de sal y, en el caso que fuera necesario, añadiremos más caldo o agua.
Pasados estos últimos 15 minutos, ya tendremos preparado para degustar.
Esta receta es perfecta, ya que podemos dejarla preparado de un día para otro.
El conejo, una carne muy completa
¿Comes conejo frecuentemente? ¿sabes las propiedades que nos aporta su carne?
La carne de conejo es un alimento muy nutritivo, ya que nos proporciona la cantidad de proteínas similar a las que encontramos también en el solomillo de ternera.
Propiedades de la carne del conejo
- Niacina, una vitamina del grupo B, que interviene en la producción de energía.
- Vitamina B12, es la carne que tiene mayor contenido en esta vitamina, y es una de les mejores fuentes de vitamina B6.
Junto con su contenido en ácido fólico, estas vitaminas actúan como escudo frente a enfermedades cardiovasculares.
Este tipo de carne, es perfecta para aquellas personas que se encuentran en convalecencia o han perdido fuerza muscular, ya que contiene proteínas y minerales como: magnesio y calcio.
Además, destaca por su contenido en potasio, que ayuda a reequilibrar la presión arterial.
También es perfecto para las dietas del control de peso, si se cocina sin grasas, y se acompaña de verduras o de guarniciones ligeras.
Por su alto contenido en calcio y fósforo, dos importantes nutrientes, que ayudan a desarrollar y fortalecer los huesos.
En muchas ocasiones, nos olvidamos de incluir esta carne a nuestra dieta, por lo que, tanto si realizáis deporte como si no, os aconsejamos incluir poco a poco platos en los que podáis disfrutar de este maravilloso alimento, y podáis beneficiaros de todos sus nutrientes.
Propiedades de las castañas
Un fruto seco: ligero, pero muy nutritivo
Comer castañas asadas el día de Todos los Santos, es una tradición muy arraigada en España, y es muy saludable, por lo que deberíamos extender su consumo durante toda la temporada.
Forman parte de la familia de los frutos secos, pero en este caso, se diferencian de las: nueces, avellanas o almendras, por su bajo contenido en grasas y alto contenido en agua, por lo que son las menos calóricas.
Además, las castañas, son ricas en hidratos de carbono, por lo que es un alimento muy energético, perfecto para deportistas y para todas aquellas personas que necesitan un plus de energía.
Contienen vitamina B, C, calcio, potasio y hierro. En este caso, el postasio, es de gran ayuda para controlar la retención de líquidos; además de ayudarnos a evitar la hipertensión; y el hierro, contribuye en la producción de hemoglobina.
Su contenido en vitamina B5, favorece el crecimiento de los niños y es esencial en el momento de obtener la energía de los alimentos. El déficit de esta vitamina, provoca calambres en las piernas; así como, hormigueos en los pies y talones, fatiga y debilidad.
Las castañas mantienen los niveles de azúcar equilibrados y ayudan a calmar la sensación de hambre, sobretodo cuando se comen crudas o entre horas.
Tras caer del árbol, este fruto van transformando sus hidratos, en azúcares; lo que las hace más dulces, pasados unos días o semanas tras su recolección.
Son unos de los frutos secos, más ricos en ácido fólico, encargado de ayudar a impulsar las defensas y reducir el riesgo de sufrir anemia.
Las podemos consumir crudas, de esta manera resultan saciantes y aportan energía más duradera; o bien, asadas, de esta manera, son más fáciles de pelar y más digestivas.
Estas cualidades, hacen que las raciones que se toman de estos frutos secos, sean más reducidas, pues las grasas, sacian más en el caso de las castañas y tendremos la sensación de estar más saciados.
Por lo tanto, podemos destacar sus principales propiedades, que son:
- Nos ayudan a controlar la retención de líquidos
- Evitan la hipertensión
- Ayudan a mantener los niveles equilibrados de glucosa en sangre
- Tienen un efecto saciante
- Aportan gran cantidad de energía a nuestro organismo
¡Espero que os sea útil este post! ¡Síguenos en redes sociales para más recetas y publicaciones!