Pollo en salsa de pimientos

En esta receta, os traigo unos jamoncitos de pollo en salsa de pimientos.

Esta es una de mis recetas favoritas, ya bien sabéis que soy una apasionada de las cremas, en concreto de la crema de pimientos.

El sabor intenso de los pimientos rojos, os proporcionará un toque sabroso e intenso a la carne.

Como veréis, es una receta muy simple y os permitirá comer este plato de una manera diferente.

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Ingredientes (2personas)

• 4 muslos de pollo
• 4 cdas de tomate triturado natural
• 1 pimiento rojo asado
• 1/2 cebolla
• 1 diente de ajo
• 50 ml de vino blanco seco
• 1 cdta de pimentón picante
• Pimienta negra
• Aceite de oliva
• Sal

Preparación del pollo en salsa de pimientos

Pelaremos y picaremos finamente la cebolla y los ajos.

Asaremos el pimiento en el horno y cuando esté, retiraremos la piel y las semillas.

Salpimentaremos los muslos de pollo y en una cazuela con aceite, freiremos el pollo. Cuando esté hecho, lo retiraremos de la cazuela y lo dejaremos reservado.

En el mismo aceite en el que hemos cocinado el pollo, sofreiremos la cebolla y el ajo, hasta que se doren un poco.

A continuación, agregaremos el tomate triturado con una pizca de sal y pasados unos breves minutos, incorporaremos el pimiento asado y dejaremos que se integren con la salsa.

Añadiremos el pimentón rojo y removeremos. Dejaremos que se vaya cocinando todo bien.

Verteremos el vino e iremos mezclándolo todo bien y dejaremos que se haga a fuego lento durante unos minutos, para que se reduzca el alcohol.

Cuando tengamos la salsa cocinada, vertemos la salsa en el vaso de la batidora y trituraremos todos los ingredientes hasta conseguir una textura fina.

Verteremos la salsa en la misma olla que estábamos utilizando anteriormente y añadiremos el pollo y dejaremos que se caliente todo junto, durante 5 minutos más, a fuego medio-suave, para que se integren bien todos los ingredientes.

Propiedades de los pimientos 

Los pimientos, son verduras originarias de América, que pueden comerse tanto crudas, hervidas como asadas.

Hay muchísima variedad de pimientos, por lo que, es importante tener en cuenta que la variedad de pimientos picantes, pueden resultar irritantes para el estómago y además, pueden ejercer un efecto muy laxante en aquellas personas que son propensas a padecer diarreas.

Esta hortaliza destaca también por su alto contenido en betacaroteno (que al entrar en el organismo se transforma en vitamina A). Específicamente, el betacaroteno ayuda a prevenir el cáncer, las hemorragias cerebrales, las cataratas, y las enfermedades cardiovasculares.

Este ingrediente es básico en la dieta mediterránea, a continuación os explicaremos las propiedades de esta fantástica hortaliza; pues es uno de los alimentos con una de las mayores concentraciones en antioxidantes.

• Contiene gran cantidad de vitamina A y C. Esta combinación de vitaminas, ayuda a prevenir la sequedad de la piel y la aparición de arrugas prematuras.
• Mejora la agudeza visual.
• Aumenta la absorción del hierro.
• Fortalece el corazón y activa la circulación sanguínea, debido a su acción anticoagulante.
• Proporciona fibra, por lo que actúa como saciante y ayuda a prevenir el estreñimiento.
• Reduce la absorción de grasas a nivel intestinal.

Los pimientos picantes, contienen capsaicina, elemento ideal para reducir el riesgo de trombosis.

Las personas que incluyen este vegetal en su dieta, presentan un menor riesgo de padecer enfermedades degenerativas.

El pimiento rojo, tiene un valor nutricional más alto que el verde. No obstante, el pimiento verde, destaca por su escaso aporte calórico, debido a que posee la mitad de azúcares y por su mayor contenido en ácido fólico.

Los pimientos rojos son una fuente de betacarotenos y licopeno, dos pigmentos antioxidantes que previenen el cáncer del pulmón, vejiga, estómago y cuello del útero, etc…

El pimiento tiene un gran poder antioxidante, es bajo en calorías y contiene poco sodio, por lo que es ideal para aquellas dietas bajas en sal.

No obstante, aquellas personas que padecen problemas del aparato digestivo; como: gastritis o úlceras, deben tener especial cuidado, y evitar incorporarlos en la dieta; ya que podrían irritar la mucosa del intestino.