Croquetas de espinacas, pollo y queso parmesano
¿A quién no le gustan las croquetas? ¡Tanto los mayores, como los más pequeños de la casa, disfrutan devorando este plato, ya que son fáciles de comer y muy sabrosas!
¡Os dejamos una receta muy fácil de preparar y riquísima! ¡Os encantará!
Ingredientes:
- ¼ de cebollas
- ½ pechuga de pollo (150 g)
- 1oog de espinacas (cocidas)
- 3 cucharadas de queso parmesano
- 3 cucharadas de harina de trigo
- 2 y ½ vasos de leche descremada
- 1 huevo para rebozar
- Harina de trigo para rebozar
- Harina de galleta para rebozar
- Aceite de oliva
- Sal
Preparación:
Pelaremos y rallaremos la cebolla, y la dejaremos reservada.
Pondremos a cocer las espinacas y cuando estén las retiraremos y las dejaremos escurrir muy bien.
Pondremos una sartén al fuego, con un chorrito de aceite, añadiremos la pechuga de pollo previamente cortada en trocitos bien pequeños y salada.
Dejaremos que se vaya dorando y, retiraremos.
En la misma sartén, que hemos usado para cocinar el pollo, pondremos a pochar la cebolla que teníamos reservada, cuando empiece a estar pochada, agregaremos el pollo, removeremos bien y agregaremos las espinacas, que teníamos previamente cocidas y muy bien escurridas y removeremos bien para que se integren.
Añadiremos la harina de trigo, removeremos bien para que se integre y se dore (este paso es muy importante para que no sepa a harina).
Agregaremos un vaso de leche, salaremos un poco, removeremos bien, cuando comience a espesar un poco le añadiremos el siguiente vaso de leche.
Removeremos y cuando empiece a espesar, añadiremos el resto de la leche y el queso, removeremos bien para que se vayan integrando todos los ingredientes.
Sabremos que la masa está lista, porque al remover veremos que se despega de los laterales.
La retiraremos del fuego y la volcaremos en un plato hondo hasta que se enfríe completamente.
Cuando esté completamente fría, con la ayuda de una cuchara de postre, iremos cogiendo porciones de la masa e iremos pasando por harina de trigo, el huevo batido; y, por último, por harina de galleta y las iremos dejando en un plato, hasta la hora de freír.
Si vemos que no las vamos a utilizar todas, las podemos guardar en el congelador.
En el momento que las necesitemos no hará falta descongelarlas, simplemente las freiremos en abundante aceite caliente.